Por Emir Olivares Alonso*
Se calcula que en México cerca de 7 millones de
jóvenes no tienen expectativa de futuro, ya que no acceden a la educación ni a
un empleo bien remunerado; prolongan su salida de la casa de sus padres y es
prácticamente imposible que puedan adquirir una vivienda. Aun con este
desolador panorama, el Estado no ha diseñado políticas públicas dirigidas a
resolver la situación de este sector, al grado que se ha perdido ya una
generación de mexicanos (los que nacieron en la década de los 80 del siglo
pasado), señalaron especialistas universitarios en el tema, al conmemorarse el
Día Internacional de la Juventud.
Los jóvenes son uno de los segmentos en riesgo por
la desatención hacia ellos de las políticas públicas. No existen estrategias
oficiales articuladas que intervengan de manera distinta a lo que se hacía y
esa es una apuesta muy mala para la sociedad mexicana; estamos desatendiendo un
sector estratégico para el país, señaló José Antonio Pérez Islas, coordinador
del Seminario de Investigación en Juventud de la Universidad Nacional Autónoma
de México.
Por su parte, Luis Gregorio Sosa Grajales,
académico e investigador de la Universidad Iberoamericana, señaló que la
generación que hoy es joven ha cambiado respecto de la anterior: tiene
capacidad de reflexión y de crítica. Es tan diversa que no se deja llevar,
aseguró.
De acuerdo con la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), la tasa de desempleo juvenil en México es de 9.7 por ciento. Al
cierre de 2012 más de un millón 308 mil mexicanos de 14 a 29 años que carecían
de trabajo, reportó la encuesta nacional de ocupación y empleo, dicha cifra
representó 52.5 por ciento del total de desempleados en el país.
Además, según un estudio realizado en 2010 por la
Subsecretaría de Educación Superior de la SEP, del total de chicos que laboran,
cerca de 50 por ciento perciben de uno a tres salarios mínimos y 14.5 ganan
menos de uno, a 11.7 le pagan más de cinco. Hay que agregar que 56.7 por ciento
carecen de prestaciones de ley.
Para Pérez Islas, hoy los jóvenes mexicanos no
llegan a ser verdaderos adultos por falta de empleos con ingresos que los
ayuden a ser autónomos, imposibilidad para contar con estabilidad y
perspectivas de crecimiento, dificultades para independizarse y nulas
oportunidades para comparar y mantener su propio hogar. Y es que apenas 5.6 por
ciento de los jóvenes de entre 12 y 29 años viven solos, de acuerdo con la más
reciente Encuesta Nacional de Juventud (Instituto Mexicano de la Juventud,
2010).
® Derechos Reservados.
Originalmente publicado en La Jornada.
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